Gran Teatro Nacional presenta su programación para el 2019

18/07/2018
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Por: Juan Diego Rodríguez / El Comercio

Esta noche, el Gran Teatro Nacional presentará su programación del 2019, a pesar de que en los últimos días el Ministerio de Cultura ha estado bajo la lupa. Sobre los temores de que existan problemas con el transcurso regular de las actividades del próximo año, la ministra Patricia Balbuena es contundente. "El ruido que provocan otras situaciones tiene que ser abordado por quienes corresponda, pero las otras áreas tienen que continuar con sus labores. Esta programación es el trabajo de varios meses y tiene que continuar. El ministerio no puede parar", afirma.

Sobre los espectáculos que el GTN presentará el próximo año, Balbuena anota que se mantendrá la política de pluralidad cultural. "¿Quién no querría escuchar a la Orquesta Sinfónica de Londres o la de Beijing? ¿A los maestros Juan José Chuquisengo y José Luis Madueño? Nuestra programación no solo mostrará artes como el canto lírico, también tendrá propuestas diversas como el concierto de la orquesta Sabor y Control", agrega la ministra. 

En efecto: a lo largo del 2019 se ofrecerán temporadas de danza en las que participarán 13 compañías locales y extranjeras, siete espectáculos teatrales y circenses, y más de 80 conciertos de diversos géneros. De estas propuestas destacan el show "Fagin’s Twist" de la Avant Garde Dance Company & The Place; la ópera infantil "La ciudad bajo el mar", a cargo del Coro Nacional de Niños y la Orquesta Sinfónica Juvenil Bicentenario; así como la obra de teatro del grupo Yuyachkani, "Santiago". 

El GTN no trabaja solo. Al igual que en años anteriores, la institución volverá a trabajar con otros agentes culturales. Como parte del Festival de Artes Escénicas de Lima, por ejemplo, albergará "Gala", del coreógrafo francés Jérôme Bel; junto a la Sociedad Filarmónica, la presentación del maestro Mischa Maisky y la Slovak Philharmonic; y durante el Festival Temporada Alta, "A Corps Perdus" de la Cie Bivouac.

ATRAER AL PÚBLICO
Desde que el GTN empezó a funcionar en el 2012, su gran reto fue hacer que la monumentalidad de sus instalaciones no asustara al público poco acostumbrado al consumo del arte. Por ello, la institución empezó a diseñar varias estrategias para que su labor de crear nuevos públicos no se vea mellada. 

Al respecto, Mauricio Salas, su actual coordinador y programador, comenta que las medidas no solo tuvieron que ver con hacer funciones gratuitas. "Todo comenzó por entender el espacio, más que como una barrera, como una oportunidad. Por ejemplo, nosotros organizamos visitas guiadas, cuyo objetivo es presentar al teatro no como un castillo, sino como una infraestructura idónea para las artes escénicas. La gente viene y se da cuenta de que cada espacio tiene un sentido y un uso, desde el 'backstage', las salas de ensayo, el patio de descargas, el mismo escenario y la platea. Ese contacto, ese puente, hace que se sientan cómodos y que cuando los invitamos a volver, lo hagan sin ningún problema", afirma Salas.